Los pequeños contratiempos y comentarios de cada día pueden hacer daño si uno se detiene a pensar en ellos y exagera su importancia. En cambio, si no se hace caso y aparta la mente de los mismos, irán perdiendo fuerza poco a poco, hasta quedar en la nada. Muchas veces ciertos comentarios vienen de la envidia que es como un un gusano que siempre se siente atraído por la manzana más hermosa.