Los grandes maestros de la bolsa

WARREN BUFFET
La filosofía del llamado Oráculo de Omaha, su ciudad natal, se resume en comprar compañías infravaloradas, no invertir en cosas que no se comprenden y elegir empresas con gran capacidad de generación de efectivo. Pone especial atención al valor en libros por acción, al ROE (return on equity) y a la deuda de la compañía. Recomienda disciplina, paciencia, conocimiento y sentido común.
BENJAMIN GRAHAM
En su famoso libro desvela la estrategia seguida: demandar calidad en todas las inversiones, buscar pacientemente gangas entre empresas infravaloradas, comprar acciones y esperar a que se reconozca su valor justo. Además, alerta a los inversores sobre cómo evitar errores de estrategia. Todo ello pensando en el largo plazo.
PETER LYNCH
Entre sus reglas de oro pueden citarse comprar acciones de empresas que uno conoce (“si no lo haces es como jugar al poker sin mirar las cartas”), invertir a largo plazo y tener paciencia, sin precipitarse en la toma de decisiones si los mercados caen o sufren de extrema volatilidad.
También dice que poseer acciones es como tener hijos -no tengas más de las que seas capaz de manejar- y que si no encuentras ninguna compañía atractiva donde invertir, hay que guardar el dinero hasta descubrirla. Lynch afirma que nadie puede predecir los tipos de interés, ni la evolución de la economía o de la bolsa. “Olvídate de todo ese tipo de estimaciones y concéntrate en lo que les pasa a las compañías en las que has invertido”, aconseja.
ANDRÉ KOSTOLANY
Su mejor negocio lo realizó al terminar la Segunda Guerra Mundial. Cuando nadie daba nada por Alemania, compró en la Bolsa de París bonos alemanes a 250 francos. Años despúes, cuando nació la nueva Alemania, los mismos títulos cotizaban a 35.000 francos.
Cita: Debe subirse al tren cuando todos bajan, cuando cunde el pánico y se salen a cualquier precio. Y vender en plena euforia.

Referencia: negocios